martes, 6 de septiembre de 2011

Mi remanso de paz ...

Subí a la montaña para poder gritar / todas las cosas que me llegaban a sobrar/ desde aquí arriba mirar como las nubes / van a su aire, como quieren / tan blancas, tan libres /  el aire me da en la cara / es frío y casi me hiela / como hiela la escarcha a la hierba / que con el calor sale otra nueva.

Veo la inmensidad y mis ojos se abren / se oxigenan mis pulmones y cogen / pequeños trozos del cielo tan azul que desde tan arriba se ve / me aburro y un susurro que al oído escucho / ya se que no es mucho, pero a mi ya me vale / el sol ya se va y con el llega su amor / de tez blanca y sin olor / un manto de estrellas me arropa / en las noches tan frías que no tengo ropa / que me llegue a abrigar, me parece poca / con ellas me gusta hablar, de cómo ven ellas todo, el tiempo pasar / os voy a dejar con mis pensamientos volar / cogerlos para vosotras, yo para que quiero más / de hecho me sobran, para vosotras nada más / mi mente en blanco y con cada bocanada / mi cuerpo se llena de eso que antes era nada / que en un cuadro estaba pintada y en mis líneas difuminada / enciendo un cigarro, el tiempo vuela / me quito mis zapatos, rota la suela / tan llenos de barro, de tanto pasear / por todos los charcos, hasta llegar a mirar / todos los errores, que llegué a rectificar.

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